El 8 de enero del 2021, a los noventa años de edad, con setenta y un años de vida religiosa y cincuenta y seis de sacerdocio, tras una breve enfermedad, falleció en el hospital en Zadar el padre Frane Šešelja de la Provincia croata de San Jerónimo, perteneciente al Convento de San Miguel en Zadar.
Padre Frane nació el 26 de diciembre de 1931 en Zaglav (Dugi otok-Isla Larga en croata) en una familia católica numerosa como el primero de diez hijos de padre Mate y madre Zorka, nacida en Čuka. Los primeros cuatro años de escuela primaria fue a la escuela en el pueblo de su nacimiento. Luego fue a la escuela secundaria en Zadar, Zagreb y Split y al liceo clásico eclesial en Split. Fue admitido como postulante en el Convento de San Miguel en Zadar en 1945. Profesó votos temporales en 1950 en el convento de la isla de Školjić y los votos solemnes en 1958 en Zagreb. En 1952 empezó su servicio militar en la Flota Yugoslava y allí, como candidato franciscano al sacerdocio y por haber sido fiel a la verdad, en particular a la relativa a la vida de la Iglesia en Croacia y la actividad del cardenal Stepinac, el mártir, fue injustamente condenado por las autoridades militares a cinco años y seis meses de prisión (1953 – 1958) y a un año de suspensión de derechos civiles y políticos después de la prisión. Obtuvo su licenciatura en la Facultad de Teología de Zagreb y fue ordenado sacerdote en 1965, también en Zagreb.
Fue párroco en Kotari cerca de Zagreb (1965-1968), ministro local en el convento de la isla de Školjić (1968-1969) y ecónomo y confesor en el seminario menor de la Provincia en Odra, Zagreb (1969-1971). De 1972 a 1993 fue sacerdote-coadjutor de emigrantes croatas en Wollongong, Australia. Además del trabajo pastoral, organizó la escuela croata y los grupos folclóricos y culturales en el Centro Católico Croata, fundado por él mismo inmediatamente después de su llegada a Wollongong. En la misma ciudad dirigió la construcción de la primera iglesia católica croata en Australia y el Centro Católico Croata junto a la iglesia.
Al volver a Croacia, debido a una grave enfermedad cardíaca, entró en el convento de San Miguel en Zaglav (1993 – 2001) y luego fue ministro local (2001 – 2009) y ecónomo en este convento antiguo (2005 – 2012). Durante su larga residencia en Zaglav, renovó completamente el convento, la iglesia, el patio y el huerto. Las obras de renovación fueron hechas con motivo del 550 aniversario de la consagración de la iglesia del convento de San Miguel. Mientras residía en Zaglav, también servía como párroco en Brbinj y Savar (2005 – 2007). En los últimos años, desde 2012, vivió en el convento de San Miguel en Zadar. El 26 de mayo de 1998 fue condecorado por el presidente de la República de Croacia por méritos extraordinarios en el campo de la seguridad social y la promoción de los valores morales sociales.
Padre Frane fue un hombre, fraile y sacerdote sencillo, discreto, amable y diligente, un testigo valiente de la fe cristiana, de la verdad y de sus propias convicciones.
El 13 de enero, el funeral fue presidido por padre Ivo Martinović, Ministro Provincial, en una situación donde, por causa de la nueva enfermedad COVID-19, había que respetar ciertas restricciones. Asistieron veintidós frailes de todas las regiones de la Provincia, las sobrinas del padre Frane, otros familiares, conciudadanos de Zaglav, sacerdotes de la Archidiócesis de Zadar, frailes franciscanos (OFM) y religiosos de Zadar, amigos y conocidos. Fue enterrado en la tumba de los frailes de la Provincia en el cementerio de la ciudad de Zadar. Como estaban en aislamiento domiciliario, los frailes del Convento de San Miguel no pudieron asistir al funeral.
La misa exequial en la iglesia del convento y de la parroquia San Juan Bautista en Zadar fue presidida por el Ministro provincial, asistido por padre Petar Grubišić, ex Ministro provincial, por Monseňor Josip Lenkić, Vicario episcopal y por los frailes de la Provincia. Al final de la Misa, fueron enviadas cartas de condolencia de los hermanos y hermanas del padre Frane, tanto de Australia como de Croacia, de Fr. Ivo Tadić, OFM, sacerdote de los croatas en Wollongong y por seňor Ivan Glasnović, Cónsul General de Croacia en Australia.